Episodios aislados ocurridos en el transcurso de algunos viajes en destinos internacionales han vuelto a poner de manifiesto la importancia de cumplir con todas las obligaciones que establece la ley. Pero también la necesidad de contar con un buen asesoramiento ante cualquier situación que se pueda presentar. Y es que el papel del agente de viajes —antes, durante y después del viaje— pueda resultar transcendental.
Comienza el verano y con él aumentan los desplazamientos y la actividad y las ventas en las agencias de viajes. Lógicamente, eso incrementa la eventualidad de que los clientes puedan sufrir alguna incidencia o contrariedad, muchas de las cuales ni siquiera está en manos de su agente de viajes prevenir o solventar. Por ejemplo, huelgas, cierres de espacios aéreos, terremotos, inclemencias meteorológicas, y un largo etc.
Sin embargo, las posibilidades de atender satisfactoriamente al cliente y de llevar a cabo una buena gestión de aquellas cuestiones que pudieran surgir se verán exponencialmente incrementadas si la agencia de viajes ha respetado los siguientes pilares básicos:
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